13 de febrero de 2012

O'Neill transforma lo que toca

Su impacto se mide muy bien desde los números: de once partidos, siete victorias, un empate y tres derrotas; dieciocho goles a favor y nueve en contra; 22 puntos de 33 posibles; de estar a dos puntos del descenso a haberse alejado a doce; y, por último, en los once partidos que lleva, ha sumado once puntos más que en los quince anteriores de Steve Bruce al cargo. Todos estos son los logros de Martin O'Neill en sus dos meses como entrenador del Sunderland, un tanto retorcidos cuando hablamos de estadística pero que no dejan de mostrar el cambio radical que ha sufrido el equipo desde su llegada. El técnico norirlandés comienza su etapa en el banquillo de los black cats tras una temporada a la sombra. En sus últimos tres proyectos lideró a sus respectivos equipos -Leicester, Celtic y Aston Villa- por el tiempo de un lustro en cada uno, mejorando lo que recibió de base. Hasta la fecha, en apenas unas semanas en el Sunderland, todo pinta de maravilla.

Martin O'Neill, 1952
En el césped también se han producido cambios en la dinámica. Han entrado jugadores nuevos, los que ya estaban han mejorado su rendimiento y lo que es más importante, la creencia positiva en el equipo se ha instaurado. Buena parte de la respuesta a este cambio reside en el hecho de que el Sunderland rara vez ha ido por detrás en el marcador en todo este tiempo. Salvo en sus dos primeras derrotas (rivales de nivel: Tottenham y Chelsea), sólamente contra el Blackburn, en el debut de O'Neill, que terminaron remontando en el descuento, y contra el Arsenal, que venció el partido, también en el tiempo extra, el Sunderland ha ido en desventaja de goles. La sensación de confianza creada en el equipo ha potenciado las cualidades. Y lo que es mejor, ha descubierto algunas que se encontraban ocultas.

James McClean, 1989
1) James McClean llegó en verano y se había pasado media temporada jugando con el equipo reserva. Ningún partido oficial. Tres ratos cortos a modo de fogueo, entre ellos los últimos diez minutos contra el Blackburn, que fueron pura dinamita, y directo al once titular. Desde entonces no se ha perdido nada. Ha dejado de ser desconocido a convertirse en uno de los mayores puntales. Vertiginoso extremo, no excesivamente técnico pero adicto al cara a cara, al duelo con su lateral, a quien reta cada vez que tiene la oportunidad. Se tira el balón para delante y llega antes que su rival para poder centrar. Además tiene gol, cuatro hasta la fecha, con tres asistencias. Todo un descubrimiento.

2) El centro del campo era, como ha quedado demostrado en dos meses, mucho más talentoso de lo que nos habían enseñado. En cuanto los resultados han acompañado y la moral positiva se ha apoderado del equipo Gardner ha confirmado que se quiere quedar, contra lo que se pensaba en diciembre, Vaughan se ha hecho el dueño de la creación mientras que Colback es el menos conocido pero con más recorrido de todos ellos. Pura clase la del pelirrojo, que le gusta iniciar aunque sepa asentarse como mediapunta. De los que va a lo fácil, de los del pase al pie o búsqueda de apoyos. De los centrocampistas que atraen en cuatro jugadas. Como ocurrió en el último partido ante el Arsenal, puede darse la ocasión en que sean cinco los integrantes del centro del campo, dejando a uno de los atacantes (Campbell en el caso citado) como volante y centrando a Larsson para crear superioridad. Sin embargo, el 4-4-1-1 es el esquema más utilizado por el Sunderland durante los días de O'Neill en el cargo.

Sessegnon celebra un gol junto a Colback
3) El jugador más importante y decisivo es Sessegnon, uno de los mejores mediapuntas del campeonato -si eliminamos a los Silva, Mata o Rooney estaría entre los (tres) primeros- que en la presente temporada ha tomado el mando del Sunderland. Ha probado como referencia o por detrás de un punta, ya sea Bendtner o Wickham, siendo la primera opción donde mejor ha rendido por su facilidad para encontrar espacios. Para encontrarlos al recibir y para verlos con claridad a la hora de asistir. Porque Sessegnon suma siete asistencias de gol -quinto mejor en la Premier League- además de seis goles.

4 comentarios:

davidirracional dijo...

oneill es muy bueno, no hay duda, lo hecho de menos en los villanos.

los black cats no tenian equipo para ir tan cerca del descenso, pero una mala racha y la falta de un 9 de nivel, condenaron a bruce, vino el gafitas, y mano de santo.

lo llevo diciendo mucho tiempo, para cuando un equipo con aspiraciones reales de titulo?

Álvaro de Grado dijo...

Han gastado muchísimo dinero en las últimas temporadas. En ésta se salvaron por la venta de Henderson, que compensó los gastos. Este proyecto, con continuación y bien planteado, puede llegar a puestos europeos en las próximas temporadas, en mi opinión.

Antonio Ramos dijo...

O'Neill es un gran entrenador que ha triunfado alla donde ha ido. En Aston Villa aun le echan de menos. La verdad es que me sorprendió la mala temporada que llevaron hasta su llegada los black cats, porque la inversion en las ultimas temporades ha sido importante. Creo que si tiene continuidad en Sunderland, puede llevarlo a metas importantes. Enhorabuena por el blog, muy interesante.

Carlos Pérez dijo...

Gran artículo Álvaro. Soy muy de O'Neill, hay que estar loco para no serlo (y más, siendo él discípulo de Clough...). Muchos nos 'hicimos' del Aston Villa hace un par de temporadas, aquél equipo prometía mucho, muchísimo. Con el Sunderland era algo menos optimista, pero vistos los buenos números no sé hasta qué punto pronunciar la palabra 'Europa'. Es un entrenador hecho para competir por cotas altas. Veremos hasta dónde llegan los Black Cats.

Saludos!!